En una primera etapa se logró ordenar la cartera de proyectos existentes y recomponer los procedimientos administrativos y financieros que permitieron ejecutar eficientemente los proyectos ya iniciados, y formular otros complementarios que provocaron un impacto directo sobre la reforma y el saneamiento financiero de la Provincia.
La Provincia inició, de esta manera, un profundo proceso de reforma: ajuste fiscal, superávit presupuestario y económico, privatización de las Empresas Públicas, cesión de la Caja de Previsión Social de la Provincia a la Nación.
La implementación de un proceso de privatizaciones, como los de: Servicios Sanitarios, Distribución y Generación de Energía, Banco Provincial de Salta y Juegos de Azar, que transfiere actividades que originalmente correspondían al Estado a la iniciativa privada, permitió la generación de recursos que no fueron utilizados para gastos corrientes. Así, con el dinero de las mismas, se creó el Fondo Provincial de Inversiones, Ley 6891, para la asistencia crediticia y financiera a emprendimientos privados que se radiquen en la Provincia (sin representar costo fiscal), transformando la derivación de recursos que antes se utilizaban para gastos de la Administración, en inversiones efectivas de alta rentabilidad, siendo el Turismo uno de los sectores que más creció debido a este apoyo.
A principios de 1996 se realizaron las gestiones que concluyeron en marzo de 1997 con la firma del Acuerdo de Financiamiento del Segundo Programa de Reforma a través del cual se financiaron importantes proyectos para la reforma y modernización del Estado.