05
Feb

Proyecto de ley de renegociación de la deuda externa

En el Senado de la Nación Argentina voté a favor del proyecto de renegociación de deuda externa pero aclaró «que es un aporte al país y no un gesto al Gobierno”

El país necesita coherencia para resolver esto como una política de estado y es una buena señal hacia afuera más allá de las diferencias.

Hemos escuchado aquí muchas nobles expresiones de muy poca practicidad y que no tienen nada que ver con esta ley. También buscamos un culpable como un deporte que profundiza la grieta. Da la sensación que en el 2015 la deuda era 0 y no es así. Los desatinos económicos se arreglan con conductas de buena gobernanza, de buena gestión, práctica a la que nos resistimos los argentinos desde hace décadas. Tenemos el hábito de no cumplir con las reglas ni con la disciplina fiscal y de gastar más de lo que se puede contrariamente a lo que hace cada argentino.

Nos endeudamos graciosamente, después nos damos cuenta que no podemos pagar porque ya no alcanza ni una buena cosecha ni los excedentes de la balanza comercial y que los gastos siguen creciendo acumulando el déficit histórico. Es una bola de nieve que genera recesión, presión impositiva, falta de crecimiento y una crisis por falta de cumplimiento. Después nos enojamos con el que presta.

Queremos saber cuál es el plan del que habló el presidente, qué va a pasar con la política monetaria, con la inflación, con el gasto, el banco central porque hoy no sabemos eso. Tenemos que enojarnos con nuestra propia conducta no con los acreedores. Tenemos que resolver el sistema productivo y eso no se resuelve con una ley.